Acerca del diseño de las vías para entrenar

Prof. Juan Martín Miranda

Cuando intentamos trabajar la resistencia en escalada, lo que normalmente se realiza son series y repeticiones sobre una o varias vías previamente diseñadas. Independientemente si es resistencia corta, larga o continuidad, como entrenadores planteamos una o varias rutas a nuestros alumnos y ellos la deben repetir determinada cantidad de veces y en determinadas series, junto con su correspondiente micro y macropausa.

Hasta aquí el entrenamiento se puede planificar muy bien y objetivamente, pero medir la intensidad que nos plantea un recorrido no es tan fácil, y peor aun en la escalada, donde predominan gestos técnicos tan complejos. El hecho de repetir una vía y perfeccionar técnicamente los movimientos (descubrir esas pequeñas sutilezas que hacen que los movimientos sean mas fáciles), hace que la intensidad intrínseca de la vía vaya disminuyendo, y por lo tanto no estemos entrenando con una intensidad homogénea a lo largo de las series y repeticiones.

Un ejemplo de esto lo podemos ver en el siguiente gráfico de frecuencia cardiaca, donde un escalador realiza la misma ruta, en días distintos.

Aquí tomamos a la frecuencia cardiaca como un valor que nos indica el nivel de esfuerzo que le provoca el recorrido al organismo del escalador (pueden incluirse también aspectos psicológicos), y no la tomamos como un índice de la dificultad de la vía, sino solo de lo que provoca en el organismo.


Es interesante ver como para la misma vía, realizada prácticamente en el mismo tiempo, la intensidad del esfuerzo es claramente menor cuando la realiza por segunda vez, casi 10 pulsaciones menos en todo el recorrido. También podemos ver que las fluctuaciones de la FC varían según las diferentes intensidades parciales de la vía, como puede ser un techo o un gran desplome que hace que la FC aumente en ciertos momentos. Esto también nos demuestra que la intensidad no es constante a lo largo de todo el recorrido

Por suerte, ya a principios de este año la doctora Vanesa España Romero y su equipo de trabajo publicaron un estudio muy interesante en el Euopean Journal of applied physiology (1). En el mismo evaluaron en el esfuerzo como en la recuperación en una gran cantidad de parámetros fisiológicos a 9 escaladores experimentados. El estudio consistió en escalar una vía de 6a de 35 movimientos en 9 oportunidades, separadas las mismas por 1 semana. Los escaladores tenían permitido continuar con su entrenamiento habitual, salvo que solo podían escalar el recorrido provisto en las instancias de evaluación.

Los investigadores compararon el primer, cuarto y noveno intento. Los resultados se detallan en el siguiente cuadro.

Uno de los datos interesantes a destacar es la disminución del tiempo total de realización, de 2,02 minutos a 1,38 minutos, generando probablemente un gasto energético menor (17,0 a 11,5 Kcal). Tal cual como lo expresan en el artículo ¨…los movimientos mas rápidos a lo largo de las repeticiones probablemente redujeron el tiempo total del trabajo isométrico, bajando así el gasto energético total de la escalada. Esto también puede haberse debido a una mejora concomitante de la técnica de escalada de los participantes.¨

Y esto último es de gran importancia a tener en presente a la hora de prescribir el ejercicio. En la escalada existe un adaptación técnica constante que hace que las diferentes intensidades sean relativas al grado de procesamiento del gesto individual de cada movimiento del la vía, lo cual hace que varíe la intensidad relativa a la hora de entrenar sucesivamente con el mismo recorrido. Por lo tanto es indispensable tener en cuenta a la hora de prescribir series de resistencia en escalada:

-diseñar nuevos recorridos para cada una de las sesiones de entrenamiento, de esta forma no le damos tiempo a que el escalador se acomode técnicamente a la vía

-Utilizar recorridos previamente conocidos, en los cuales ya no hay posibilidad de mejora técnica, los cuales definitivamente serán de una dificultad mayor que los propuestos para el punto anterior.

- monitorear el tiempo de realización de cada vía, para que no se reduzca abruptamente, perdiendo así la intensidad deseada del esfuerzo para producir las adaptaciones correspondientes.

Lo que NO debemos hacer es utilizar por varias sesiones un mismo recorrido, ya que definitivamente la intensidad va a estar disminuyendo conforme la tecnica se adapte al recorrido, y consiguientemente el estímulo de entrenamiento sera de menor calidad.

Prof. Juan Martín Miranda

Referencias:

(1) España-Romero, V., Jensen, R. L., Sanchez, X., Ostrowski, M. L., Szekely, J. E., & Watts, P. B. (2011). Physiological responses in rock climbing with repeated ascents over a 10-week period. European Journal of Applied Physiology.


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